El cobre: La base de la energía verde

El cobre es increíblemente importante para que la sociedad alcance los objetivos que nos hemos fijado y para que crezca nuestra red de energías renovables. Esto se debe a que el cobre se utiliza en muchas partes diferentes de la energía renovable, impulsado por sus propiedades inherentes. He aquí diez propiedades y usos que hacen que el cobre sea vital para la transición a la energía verde.

Energía solar
El cobre se encuentra en muchos lugares de la energía solar, ya que su conductividad garantiza una transferencia eficaz de energía desde las células solares hasta la red. Por eso está en el cableado, la toma de tierra y las barras colectoras (el sistema que conecta los equipos entre sí en el ecosistema de la energía solar).

Energía eólica
Al igual que la energía solar, la eólica también hace un gran uso del cobre. Se encuentra en generadores, cableado y sistemas de control, aprovechando de nuevo su conductividad pero beneficiándose también de su resistencia a la corrosión y a la fatiga, que le permite mantener el rendimiento a largo plazo en cualquier condición meteorológica exterior, y de su flexibilidad, que le ayuda a moldearse en componentes complejos como los devanados. Un aerogenerador típico de 660 kW contiene unos 350 kg de cobre.

Energía hidroeléctrica
La energía hidroeléctrica proporciona una fuente estable y despachable de energía renovable y contribuye a la fiabilidad de la red equilibrando fuentes intermitentes como la eólica y la solar. La resistencia a la corrosión del cobre también desempeña un papel importante en la energía hidroeléctrica. Esto se debe a que no sólo entra en contacto con el agua, sino también con una plétora de productos químicos a través de las centrales. Además, su conductividad térmica le permite disipar fácilmente el calor y evita que los sistemas en los que se utiliza -como turbinas, generadores y componentes eléctricos de las propias centrales- se sobrecalienten.

Almacenamiento en baterías
El almacenamiento de energía, y las baterías, son absolutamente clave para el éxito a largo plazo y en el mundo real de los sistemas de energía renovable. Los días nublados y sin viento impiden que los sistemas de energía renovable produzcan energía, y en los días soleados y con viento se produce más energía de la que se puede utilizar. Por tanto, el almacenamiento eficiente de las baterías es vital para crear un sistema equilibrado, y el cobre es fundamental para esas baterías. Su conductividad eléctrica facilita el flujo de electrones y su conductividad térmica impide que se sobrecaliente durante la carga y la descarga.

Redes inteligentes
Las redes inteligentes son necesarias para que las baterías puedan distribuir la energía a los lugares adecuados en el momento oportuno, suministrando energía cuando la red está desabastecida y almacenándola cuando hay excedente. El cobre es necesario para la infraestructura de las redes inteligentes que permiten esta distribución y gestión eficientes. Fiable y duradero para transmitir y distribuir energía, se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, desde transformadores hasta sensores.

Vehículos eléctricos
Dado que el sector del transporte representa más del 15% de la transición energética mundial, los vehículos eléctricos son una parte importante de la transición energética. De nuevo, haciendo un gran uso del cobre a través de las baterías y el cableado, pero también en los motores, los vehículos eléctricos contienen cobre por varias razones. Su ligereza reduce el peso total y mejora la eficiencia de su uso energético, mientras que su alta conductividad garantiza una buena entrega de potencia a los motores y otros componentes del coche. Los vehículos eléctricos utilizan entre dos y tres veces más cobre que los vehículos tradicionales.

Transmisión de energía renovable
Como toda energía, la renovable necesita transmitirse a largas distancias. Las líneas de transmisión de alta tensión, fabricadas con cobre, son el vehículo que utilizamos para hacer precisamente eso. La baja resistencia del cobre le permite minimizar la pérdida de energía en estas distancias, mientras que su naturaleza flexible permite utilizarlo en cualquier configuración que se necesite.

Eficiencia energética
Cuanta menos energía usamos, menos necesitamos crear. En edificios y electrodomésticos, el cobre se utiliza para crear sistemas energéticamente eficientes y duraderos en nuestros hogares y lugares de trabajo. En este caso, su gran durabilidad y conectividad hacen del cobre la elección perfecta.

Reciclaje
El cobre es 100% reciclable, lo que lo convierte en un material más sostenible una vez extraído. Se puede utilizar hasta el infinito sin perder todas las propiedades antes mencionadas que lo hacen tan versátil, lo que significa que las necesidades están impulsadas por el aumento de la demanda y no por la necesidad de seguir sustituyendo lo que ya tenemos. Esto lo hace perfecto para facilitar la transición energética.

Innovación técnica
La versatilidad innata que lo hace tan importante para todos los nueve primeros puntos, y especialmente su conductividad, hacen del cobre un material insustituible para todas las futuras innovaciones en tecnologías de energías renovables. Por eso sabemos que el cobre no sólo es importante hoy, sino también para la sociedad que queremos crear en el futuro y más allá.

Por eso tenemos que seguir extrayendo cobre, para poder crear la sociedad en la que queremos vivir. Sin él, no podemos esperar alcanzar nuestros objetivos para la transición a la energía verde.