Igualdad en la educación

Nos comprometemos a ayudar a garantizar que mujeres de todas las edades tengan acceso a la educación, ya sea en la escuela o más adelante en la vida. Esto abarca desde nuestro programa de alfabetización en Mauritania hasta nuestro Campamento de Mentores de Niñas en el Trident College de Solwezi. Hemos ayudado a muchas mujeres y niñas a obtener la educación que merecen.

Apoyo a las niñas en la escuela

Nuestro programa Jimuka! proporciona ayuda en forma de paquetes de productos de higiene femenina, junto con charlas motivacionales de modelos femeninos y educación e información sobre la salud de la mujer, la salud sexual y los riesgos del matrimonio precoz y el embarazo. Nuestro Campamento de Mentores de Niñas en el Trident College de Solwezi ha ayudado a cientos de niñas de la provincia noroccidental de Zambia.

Con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, se capacita a las niñas con aptitudes empresariales, tutoría y educación en salud sexual y reproductiva. La menstruación es un importante factor de riesgo para la asistencia escolar de las niñas en Zambia, muchas de las cuales se quedan en casa cada mes, lo que puede tener un efecto devastador en los años de educación de una joven.

Jimuka es una palabra del dialecto local kaonde de Zambia que significa esencialmente «ser más agudo» o «estar informado».

A través del programa, las niñas en edad escolar reciben información y educación en su lengua local sobre cómo gestionar la pubertad y tienen la oportunidad de hacer preguntas.

El equipo de cinco personas que facilita el programa dice que las adolescentes a menudo no comprenden del todo el ciclo menstrual, lo que significa que nunca saben exactamente cuándo les va a venir la regla. Esto provoca innumerables «accidentes» en la escuela, y la vergüenza que esto conlleva hace que las estudiantes se queden en casa cuando sospechan que se acerca su momento del mes. El programa enseña a las alumnas a contar exactamente los días de su ciclo, para que sepan cuándo deben venir a la escuela preparadas.

Los kits gratuitos para permanecer en la escuela son una parte popular de la iniciativa ¡Jimuka!

El acceso a productos higiénicos es un reto para muchas niñas de comunidades rurales, y las soluciones caseras suelen ser poco fiables. Las niñas que asisten a una sesión de Jimuka reciben un kit de higiene menstrual que contiene dos compresas lavables y bien hechas, con cierres para mantenerlas en su sitio. Los kits también incluyen ropa interior adicional, detergente en polvo, toallitas y jabón. Las compresas están hechas de la conocida tela chitenge de colores vivos, que muchas niñas utilizan para improvisar soluciones sanitarias de bajo coste. Kansanshi contrata a un sastre local para hacer las compresas pero, a medida que aumente la demanda, hay planes para impartir clases de costura en las que las niñas puedan seguir un patrón para hacer las suyas propias.

Sólo mujeres

En 2017 y 2018, se invitó a las mujeres -y sólo a ellas- a solicitar puestos de aprendizaje de oficios en nuestro centro de Kwambula, en el Instituto de Formación Comercial de Solwezi. Únicas en Zambia, y raras según los estándares mundiales, nuestras dos cohortes exclusivamente femeninas están preparando a las mujeres para empleos cualificados. Reconocemos que nuestro beneficio comunitario más importante -lo que la gente quiere de nosotros más que nada- es el empleo. Y no vemos en absoluto por qué las mujeres deberían quedarse atrás en esto.

La minería es el segundo mayor empleador formal de Zambia después del gobierno, pero las oportunidades de trabajo se canalizan de forma desproporcionada hacia los hombres y no hacia las mujeres: sólo el 10% de los trabajadores de las minas son mujeres. En consecuencia, los hombres zambianos ganan un 47% más que las mujeres. Reunir a estas cohortes enteramente femeninas fue un movimiento audaz y potencialmente controvertido, pero apoyamos a estas jóvenes para que se conviertan en líderes de los oficios de la ingeniería, al tiempo que hacen mella en la enorme disparidad numérica.

Las 42 mujeres incorporadas en 2017 y 2018 están actualmente ocupadas completando cualificaciones de tres años en uno de los cuatro programas de certificación de oficios artesanos de ingeniería de Kwambula: ajuste y torneado, electricidad, fabricación de metales y reparación de equipos pesados. La formación es excelente, y las cualificaciones están muy solicitadas. El 80% de los titulados de Kwambula encuentran trabajo en First Quantum, mientras que el resto son muy codiciados en otros sectores. Las mujeres tuvieron que cumplir estrictos requisitos de acceso, incluido un examen de ingreso avanzado y un mínimo de 12º curso de matemáticas y ciencias.

La mayor fuerza y el recurso más importante de First Quantum es nuestra gente. Si queremos que nuestra reserva de talentos incluya a los mejores, tenemos que asegurarnos de contar con una cantera de trabajadores jóvenes bien formados. En 2012 pusimos en marcha Kwambula, en colaboración con el Ministerio de Educación de Zambia, para formar a graduados de secundaria en trabajos cualificados.

Las incorporaciones exclusivamente femeninas de Kwambula forman parte de nuestro compromiso más amplio de mejorar los resultados de las mujeres en Zambia.

Impulso a la alfabetización de las mujeres

Un programa de alfabetización de adultos está ayudando a las mujeres mauritanas de la comunidad de Akjoujt, donde First Quantum lleva trabajando desde 2004, a labrarse un futuro mejor. El programa está diseñado para proporcionar formación y un camino hacia un medio de vida viable a algunas de las personas más vulnerables de Mauritania: mujeres que podrían verse en apuros para ganarse la vida una vez que desaparezca la principal fuente de empleo de la ciudad y muchos trabajadores de la mina -principalmente hombres- se marchen a buscar trabajo a otra parte. Esto es importante porque la mina está entrando en la segunda mitad de su vida operativa, con una reducción y un cierre definitivo previstos para algún momento de la próxima década.

Más de 200 mujeres han completado el programa, y el 85% de ellas han informado de una mejora significativa en sus capacidades de lectura, escritura y cálculo. Con una nueva confianza y una red de compañeras que las apoyan, estas mujeres están construyendo un futuro mejor: para ellas mismas, para sus familias y para toda su comunidad.